Repensar procesos efectivos en tiempo récord fue uno de los desafíos más importantes que tuvieron que afrontar las compañías durante 2020. A pesar de que nadie pudo haber anticipado o prevenido el impacto que la pandemia ocasionó a escala mundial, sí se pudo notar la gran efectividad de organizaciones que tomaron como prioridad desde hace tiempo la transformación digital e invirtieron en generar propiedad intelectual sobre plataformas tecnológicas que permiten respuestas rápidas y adaptación ante la cambiante realidad.
El COVID-19 forzó la migración de los negocios hacia estructuras digitales basadas en redes de comunicación, donde la tecnología fue fundamental para el intercambio de información y la continuidad de las operaciones.
A su vez, este tipo de escenarios volátiles posicionan a la resiliencia corporativa como una característica esencial que debe ser inculcada desde la cultura organizacional. Las empresas resilientes toman una actitud de máxima determinación ante la incertidumbre, asumen el compromiso en conjunto para sobrellevar la adversidad.
Aquí cabe señalar que la resiliencia es una capacidad particular, ya que puede ser aplicada tanto para definir la adaptación de un ser vivo frente a una situación adversa, como para un material, mecanismo o sistema que recupera su estado inicial cuando ha cesado la perturbación a la que había estado sometido.
Precisamente, son las personas y la tecnología (en ese orden) los pilares que las empresas deben apuntalar para adaptarse de mejor manera a la nueva normalidad. Elementos que brindan resiliencia corporativa mediante procesos y marcos de trabajo ágiles, que permiten adaptabilidad en las organizaciones rumbo a su transformación digital.
Conscientes de la importancia de una guía que apoye este tipo de proyectos estratégicos en las compañías, llega el CenturyLink Forum 2020 Latin America – Virtual Experience. Sea parte este 22 y 23 de septiembre de un espacio de co creación, colaboración, y networking para los ejecutivos más importantes de la región.