La encuesta realizada por Vanson Bourne para Xerox Holdings Corporation a 600 líderes de TI de cinco países sobre el Futuro del Trabajo muestra que aproximadamente el 82% de la fuerza laboral de las organizaciones encuestadas regresarán a trabajar en un lapso de 12 a 18 meses en promedio.
En preparación para el regreso, las empresas están invirtiendo en nuevos recursos para ser compatibles con una fuerza de trabajo híbrida remota / en la oficina, ya que el 56 % busca aumentar sus presupuestos de tecnología y el 34% planea acelerar su transformación digital como consecuencia del COVID-19.
Los encuestados reportaron los retos que surgieron por la transición repentina al trabajo remoto, el 72% mencionó que no estaban completamente preparados desde una perspectiva tecnológica. Además de la tecnología (29%), los mayores puntos críticos durante el período de trabajo remoto obligatorio fueron la ruptura de las comunicaciones entre los equipos / empleados (26%) y mantener la concentración (25%).
«Con el tiempo, muchas empresas planean regresar a la mayoría de sus empleados a un entorno de oficina. Esto podría ser por una variedad de razones, entre ellas la comunicación, la velocidad de la toma de decisiones y el desarrollo de talento», dijo Steve Bandrowczak, presidente y Director de Operaciones de Xerox. «Al mismo tiempo, el cierre repentino y el ambiente de trabajo híbrido actual, ha expuesto brechas tecnológicas que exigen inversiones nuevas o adicionales en los meses por venir».
Hallazgos de interés
1. Las empresas planean que la mayoría de sus empleados regresen a la oficina, aunque las políticas de trabajo remoto extendidas hayan llegado para quedarse.
Antes de que se impusiera el trabajo a distancia, el 33% de los encuestados dijo que la seguridad de las redes y datos, así como la privacidad, eran sus mayores preocupaciones de tener una fuerza de trabajo remota. El 24% citó la productividad de los empleados seguido del 16% que citó la infraestructura tecnológica. Estas preocupaciones, junto con la creencia del 95% de los encuestados que considera que la comunicación en persona es importante para el desarrollo personal y la evaluación del talento, indican que la generalización del trabajo a distancia no reemplazará a los entornos de trabajo más tradicionales.
Sin embargo, ahora que las empresas sienten más confianza con el trabajo a distancia, las actitudes y políticas de los líderes de alto nivel y los encargados de decisiones tecnológicas están cambiando. Entre los países encuestados, el país en el que es más probable que se aumente la confianza en el trabajo a distancia es Estados Unidos (86%), seguido del Reino Unido (80%), Alemania (80%), Canadá (77%) y Francia (75%). Además, el 58% tiene previsto cambiar su política de trabajo a distancia en el próximo año, destacando la necesidad de que las empresas puedan trabajar con una fuerza de trabajo híbrida.
2. Las órdenes repentinas de quedarse en casa revelaron rápidamente las brechas tecnológicas.
La rápida transición al trabajo a distancia fue difícil para la mayoría de las empresas, ya que solo el 28% afirmó estar completamente preparado y el 29% mencionó que la tecnología era uno de sus puntos más delicados. Entre los países específicamente encuestados, Francia fue el que menos estaría preparado para una transición repentina al trabajo a distancia, mientras que Estados Unidos sería el que tendría más probabilidad de estar plenamente preparado.
Con respecto a la tecnología específicamente, dijeron que sus principales retos eran soporte remoto de TI (35%), las soluciones flujo de trabajo inadecuadas (27%) y la falta de herramientas de comunicación y colaboración (10%). Al 85% de los líderes empresariales también extrañaron la accesibilidad y facilidad de uso de las impresoras de sus oficinas.
3. Las prioridades de la compra de tecnología están cambiando para dar mejor apoyo a los empleados.
Como resultado de las brechas tecnológicas descubiertas al momento de verse obligados a trabajar a distancia, el 70% de los encargados de la toma de decisiones de TI en el mundo están revaluando cómo gastar sus presupuestos, ya que las empresas están incrementando sus inversiones en recursos de tecnologías a distancia (55%), o recursos híbridos remotos y de oficina (40 %). La pandemia también ha obligado a que las empresas den prioridad a las inversiones en software basado en la nube (65%), en la compatibilidad con TI remotas (63%) y en software de colaboración (52%).