Miguel Fuentes, gerente de IT de la Escuela Politécnica del Litoral, ESPOL, hace hincapié en la transformación digital como una tendencia en expansión en las empresas ecuatorianas, aunque debe madurar el concepto y entender que la transformación digital es parte de la cultura y liderazgo de las organizaciones, añadido a componentes tecnológicos, como la automatización. “Las empresas deben organizarse internamente, administrar, documentar, y optimizar sus procesos y así gestionar un concepto de transformación digital incorporando la tecnología necesaria existente y por venir, transformación digital no es solo tecnología, son las personas y los procesos centrados en satisfacer a los clientes.”.
Para el ejecutivo, en el sector educativo despuntarán tecnologías como blockchain, gracias a la conectividad entre universidades y bases de datos distribuidas, con la posibilidad de gestionar certificados y títulos digitales.
Se afianzan los servicios “Smart” hacia la comunidad. En la ESPOL por ejemplo se diseñan estaciones de trabajo en espacios naturales utilizando energía de paneles solares y acceso a internet en sitios estratégicos de las 700 hectáreas aproximadamente que conforman el campus principal universitario.
Además, servicios auto-gestionados para los estudiantes con kioskos multimedia para préstamos de textos y libros de biblioteca, impresiones autogestionadas y pago de las mismas con el carnet estudiantil con chips y que además cumple la función de un monedero electrónico. “Con ello estamos dando un valor agregado al uso del carnet estudiantil”.
Las tecnologías disruptivas como Machine learning , reconocimiento facial para seguridad de grandes extensiones de campus, y el análisis de Big Data para optimizar la planificación y gestión de recursos se volverá otro eje que se debe atacar. En la ESPOL se desarrollarán potenciales proyectos para el 2020 como, Big data, mapas de calor de ubicación de estudiantes y profesores, generados por la planificación académica para entregar mejores servicios y recursos, además de poder controlar y analizar los accesos de móviles a las redes wifi de la institución educativa y su consumo.
Continuarán también las alianzas de redes colaborativas de universidades con organismos de ayuda como Cedia o Metared, en donde se analizan aspectos de tecnología para potenciar el futuro de las universidades y donde se revisan las buenas prácticas, analizan problemas comunes e intercambiar experiencias. Además, se fomentarán las relaciones de networking de CIO de los centros de educación superior, así se debería fomentar con otras redes de relacionamiento de otros sectores de industria diferentes.
Para Fuentes cumplir con proyectos tecnológicos con presupuestos reducidos será uno de los mayores retos en la gestión de los directores de tecnología de centros de educación superior, tanto público como privados. Sin embargo, señaló que se podrá aprovechar las oportunidades de colaboración e intercambio de experiencias y alianzas entre industrias o universidades para realizar acercamiento a proveedores, aprovechar la economía de escala y alcanzar mejores precios y prestaciones.