Natalí Arias se ha especializado en banca y Ligia Andrade en servicios financieros desde móviles, y su propuesta nace luego de trabajar creando nuevos productos dentro de áreas de innovación de algunas empresas ecuatorianas. Hace tres años decidieron crear su propio producto. Luego de un sinnúmero de ideas, finalmente definieron crear una Fintech. Diseñada a base de sus experiencias y necesidades, modelaron y dieron forma a Sorority Bank, un esquema de colaboración y ayuda de mujeres para mujeres.
Con Sorority Bank participaron en el desafío Mujeres innovadoras y lograron el primer lugar. A través de una plataforma de e-commerce se reúne a la comunidad de mamás y mujeres emprendedoras que fabrican, diseñan, o comercializan sus productos con el objetivo de obtener ingresos vendiendo lo que elaboran, confeccionan y crean.
Ligia y Natalí analizaron lo que veían a diario en los grupos de mujeres de Facebook. “Vimos la alta capacidad comercial de grupos organizados de mujeres y mamás innovadoras que vendían sus productos, pero también los problemas que surgían, relacionados con la efectividad y seguridad de los pagos y determinadas políticas de cada grupo que restringían la actividad de los miembros”.
La apuesta de Sorority Bank es desarrollar una red de mujeres empresarias que ayude a otras que recién están empezando a generar recursos a través de la venta de sus productos es decir crear una comunidad de mujeres para mujeres apoyadas en una plataforma robusta a la que han denominado Lugoo que cuenta con una tienda donde se exhiben y comercializan sus productos promocionándolos como emprendimientos locales.
Para Andrade, las emprendedoras deben concentrarse en gestionar su negocio, incrementar su producción y asegurar su sostenibilidad en el largo plazo “mientras nosotras nos encargamos en agilizar los pagos de las compras a través de los botones de pago, atraer clientes, llegar a otros mercados, actualizar la vitrina virtual de productos y realizar el seguimiento hasta le entrega efectiva del producto”.
Para alcanzar estos objetivos se han planteado estrategias digitales para alcanzar una continuidad de visitantes y atraer una importante masa de compradores. “Tenemos dos tipos de clientes: las emprendedoras que comercializan sus productos y los compradores que aún desconfía en sistemas de comercio electrónico en el país”.
Buscamos que tanto la experiencia de las emprendedoras como de los compradores sean fáciles y efectivas, señala Arias. Para ella, esta plataforma de e-commerce tiene ventajas debido al concepto local. “Los problemas del market place de Facebook desaparecen y debido a que es un concepto local conocemos a las emprendedoras y el control de la entrega de productos es segura, y a diferencia de Facebook nosotras conocemos y ayudamos a las emprendedoras, nos preocupamos de realizar alianzas que las beneficien”
Natalí Arias recalca que Sorority Bank no es solo un portal de ventas sino una fintech que busca acuerdos comerciales con instituciones financieras dispuestas a enlazarse con nosotras y considerar la información que se produce por ventas en el portal sea considerada al momento que las emprendedoras requieran un crédito para su negocio.
“Sorority Bank prevé crear ecosistema sólido de mujeres para mujeres donde todas se apoyan entre sí”.