Desde febrero del 2019, la biblioteca Hernán Malo cambió los procedimientos de servicio al usuario no solo porque se adecuó a un nuevo espacio físico sino además porque implementó nueva tecnología.
Los sistemas de control de libros y textos de la biblioteca cuentan con tecnología de RFID UHF, y bandas electromagnéticas en cada ejemplar. Para levantamiento de inventario, se emplea un software de lectura con un hand held RFID UHF que conecta de manera automática con la base de datos disponible en la Universidad del Azuay de manera que la consolidación del inventario es inmediata.
Paola Merchán, coordinadora de bibliotecas de la Universidad del Azuay, menciona que una de las principales ventajas del sistema RFDI es la búsqueda y localización efectiva de los ejemplares. Al tratarse de una biblioteca con un sistema de estantería abierta, los usuarios toman los libros y otros materiales de consulta y no los devuelven de manera correcta, con el lector la localización es rápida y efectiva.
Además, en la biblioteca Hernán Malo trabajan con dos bases de datos en paralelo, una que permite el ingreso de la información siguiendo los estándares de bibliotecas y el que se indexa al sistema de activos de la Universidad del Azuay.
Para entregar los nuevos servicios de la biblioteca previamente definieron a los usuarios prioritarios la comunidad universitaria, público en general pero además, se consideró a las personas con discapacidad. Para ello, no solo adaptaron la estructura física del edificio y de mobiliario sino que también incorporaron dispositivos como My Reader, un lector liviano que permite gracias a la inteligencia artificial la captura de la imagen física y digital y automáticamente reproduce en palabras los textos.
My Reader lee textos de forma automática, se puede configurar en varios idiomas y velocidad de lectura.