Por: Javier Ordóñez
Especialista en Ciudades y Sistemas Inteligentes de Transporte
La siempre demandante carrea de un CIO exige que este en permanente actualización para no quedar obsoleto en poco tiempo, esto hace que los CIOs sean candidatos ideales para promover a todo nivel cualquier proceso de innovación con base tecnológica, más aún en relación con los sistemas de información y comunicaciones.
Dentro de la realidad ecuatoriana, el papel de los CIO en las instituciones del sector público, tradicionalmente se enfoca en la mejora y automatización de procesos internos y en mejor de los casos a la búsqueda de nuevas tecnologías generando proyectos para su implantación en la institución. La nueva visión del CIO en estas instituciones debe ser reorientada hacia el diseño de nuevos servicios en los cuales hayan participado todos los interesados en especial los ciudadanos, incluyendo procesos de innovación abierta e innovación social.
En general, la visión del CIO deberá cambiar para hacer mejor uso de la infraestructura y facilidades con el objetivo de aportar al desarrollo de una ciudad inteligente con la misión de integrar su empresa a los nuevos servicios, obtener el mayor provecho y brindar también beneficio a los ciudadanos y sus clientes. Por ejemplo, cuando una ciudad cuenta con información de calidad respecto al estado del tránsito puede ser utilizada y explotada en función de agilitar procesos cuando se la incorpora a los sistemas de logística de una empresa.
Los CIO en el sector privado son los agentes ideales para motivar a las compañías a las que pertenecen a implementar y traer otro tipo de funciones hacia su ciudad, no solo de comercialización o manufactura sino funciones como sus centros de investigación e innovación. Una ciudad inteligente es un polo de atracción para las mejores compañías y el mejor talento humano. Es una característica común que las ciudades inteligentes sean sitios donde existen los centros de investigación e innovación y donde los mejores profesionales quieren desarrollar su actividad.
Fenómenos como el Internet de las Cosas o el Internet de todo abren posibilidades ilimitadas de soluciones sin importar que se trate de “temas públicos o privados” y quien más que los profesionales que día a día están en contacto con la innovación, investigación y aprendizaje para aprovechar la nueva realidad generada por las TICS.